Juana Azurduy
Juana
Azurduy de Padilla (La Plata -hoy Sucre-, 12 de julio de 1780 - id. 25 de mayo
de 1862) fue una
patriota del Alto Perú, hoy Bolivia, que
acompañó a su esposo Manuel Ascencio Padilla en las luchas por la emancipación
en el Virreinato del Río de la Plata
contra el Reino
de España.
A la muerte de su esposo asumió la comandancia de
las guerrillas que conformaban la luego denominada Republiqueta de La Laguna, por lo que es
honrada su memoria en la Argentina y en Bolivia. Hablaba
el castellano y quechua. Se educó
en el prestigioso Convento de Santa Teresa de Chuquisaca.
esposo de Juana Azurduy.
Nació en La Plata, actual Sucre hoy ubicada en el Departamento de Chuquisaca, Bolivia. Se educó
en el prestigioso Convento de Santa
Teresa de Chuquisaca y hablaba tanto el idioma español
como el quechua.
Azurduy y su esposo Padilla se sumaron a la Revolución de Chuquisaca que el 25 de mayo
de 1809 destituyó al
presidente de la Real Audiencia de Charcas, en la que tuvo
protagonismo Juan Antonio Álvarez de ArenaleLigados con el Ejército del
Norte enviado desde Buenos Aires, al mando primero de Antonio González Balcarce,
combatieron
a los realistasTras la derrota de las
fuerzas patriotas en la Batalla de Huaqui el 20 de junio de 1811, los ejércitos del
rey, al mando de José Manuel de Goyeneche, recuperaron el
control del Alto Perú. Las propiedades de los Padilla, junto con las cosechas y
sus ganados, fueron confiscadas; asimismo, Juana Azurduy y sus cuatro hijos
fueron apresados, aunque Padilla logró rescatarlos, refugiándose en las alturas
de Tarabuco.
En 1812 Padilla y Juana Azurduy se pusieron a las órdenes del
general Manuel Belgrano
nuevo jefe del Ejército
Auxiliar del Norte, llegando a reclutar 10.000 milicianos.
Producido el Éxodo
Jujeño, al pasar por Jujuy prestaron colaboración con la retaguardia comandada por
el mayor general Eustoquio Díaz Vélez.
Durante la Batalla de Vilcapugio, Padilla y sus
milicianos debieron transportar la artillería, sin participar en la batalla,
que resultó en una derrota.
Juana Azurduy organizó luego el "Batallón
Leales" que participó en la Batalla de Ayohuma, el 9 de noviembre de 1813, nueva derrota que
significó el retiro temporal de los ejércitos rioplatenses del Alto Perú.
A partir de ese momento Padilla y sus milicianos se
dedicaron a realizar acciones de guerrillas contra los realistas.
Azurduy atacó el cerro de
Potosí, tomándolo el 8 de marzo de 1816. Debido a su
actuación, tras el triunfo logrado en el Combate del Villar, recibió
el rango de teniente coronel por un decreto firmado por Juan Martín de Pueyrredón, Director
Supremo de las Provincias Unidas del Río de la
Plata, el 13 de
El 14 de noviembre de 1816 fue herida en la Batalla de La Laguna, su
marido acudió a rescatarla y en este acto fue herido de muerte.
El cambio de planes militares, de abandonar la ruta
altoperuana para combatir a los realistas afincados en el Perú por vía chilena, disminuyó el
apoyo logístico a sus fuerzas por lo que se vio obligada a replegarse hacia el
sur, uniéndose finalmente a Martín Miguel de Güemes. A la muerte de
Güemes, en 1821, se
vio reducida a la pobreza.
En 1825, el libertador general Simón Bolívar, luego de visitarla y ver la condición
miserable en que vivía, avergonzado la ascendió al grado de coronel y le otorgó
una pensión. Luego
de la visita le comentó al mariscal Antonio José de Sucre: «Este país no debería
llamarse Bolivia en mi homenaje, sino Padilla o Azurduy, porque son ellos los
que lo hicieron libre».2 En Charcas conoció a
otra mujer extraordinaria de la independencia americana, Manuela
Sáenz, también con el grado de coronel, quien le escribió:3El
Libertador Bolívar me ha comentado la honda emoción que vivió al compartir con
el General Sucre, Lanza y el Estado Mayor del Ejército Colombiano, la visita
que realizaron para reconocerle sus sacrificios por la libertad y la
independencia. El sentimiento que recogí del Libertador, y el ascenso a Coronel
que le ha conferido, el primero que firma en la patria de su nombre, se vieron
acompañados de comentarios del valor y la abnegación que identificaron a su
persona durante los años más difíciles de la lucha por la independencia. No
estuvo ausente la memoria de su esposo, el Coronel Manuel Asencio Padilla, y de
los recuerdos que la gente tiene del Caudillo y la Amazona.
Manuela Sáenz, 8 de diciembre de 1825
Posteriormente el general Sucre
le aumentó
su pensión, que apenas le alcanzaba para comer, pero dejó de percibirla en 1830 debido a los
vaivenes políticos bolivianos. En una carta escrita en ese año, cuando vagaba
por las selvas del Chaco argentino:
"A las muy honorables juntas Provinciales:
Doña Juana Azurduy, coronada con el grado de Teniente Coronel por el Supremo
Poder Ejecutivo Nacional, emigrada de las provincias de Charcas, me presento y
digo: Que para concitar la compasión de V. H. y llamar vuestra atención sobre
mi deplorable y lastimera suerte, juzgo inútil recorrer mi historia en el curso
de la Revolución. (...) Sólo el sagrado amor a la patria me ha hecho soportable
la pérdida de un marido sobre cuya tumba había jurado vengar su muerte y seguir
su ejemplo; mas el cielo que señala ya el término de los tiranos, mediante la
invencible espada de V.E. quiso regresase a mi casa donde he encontrado
disipados mis intereses y agotados todos los medios que pudieran proporcionar
mi subsistencia; en fin rodeada de una numerosa familia y de una tierna hija
que no tiene más patrimonio que mis lágrimas; ellas son las que ahora me
revisten de una gran confianza para presentar a V.E. la funesta lámina de mis
desgracias, para que teniéndolas en consideración se digne ordenar el goce de
la viudedad de mi finado marido el sueldo que por mi propia graduación puede
corresponderme".
Pasó varios años en Salta
solicitando al gobierno boliviano sus bienes
confiscados. La pensión que le habían otorgado le fue quitada en 1857 bajo el gobierno
de José María Linares.
Murió indigente el día 25 de mayo de 1862 cuando estaba por
cumplir ochenta y dos años y fue enterrada en una fosa
común.
Su restos fueron exhumados cien años después y
fueron depositados en un mausoleo que se construyó en su homenaje en la ciudad
de Sucre.
El 14 de julio de 2009 la presidenta argentina
Cristina Fernández ascendió post-mortem a Juana Azurduy, del grado de teniente
coronel a general
del Ejército Argentino.8 9
En marzo de 2010, la presidenta
argentina personalmente entregó el sable y las insignias de general del
Ejército Argentino ante sus restos, resguardados en la Casa de la Libertad, en
Sucre. Junto al presidente boliviano Evo Morales
firmaron un tratado que instituye el día del nacimiento de Juana Azurduy, como
el "Día de la Confraternidad Argentina-Boliviana".
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